domingo, 28 de abril de 2013

" susurrar es un proyecto colectivo"

                                                     
"Animarse a intervenir un espacio público susurrando confirma el concepto de que la lectura es también poner a prueba el cuerpo en una doble relación; con uno mismo y con los demás. Y que al establecer un vínculo lúdico entre el que susurra y el que es susurrado, la posibilidad de llegada aumenta, genera placer y enciende el deseo de tomar contacto con otros textos poéticos."

Mirta Colángelo, educadora por el arte.




"¿Qué sabe el poema?"
Liliana,la profesora de Lengua y Literatura de los jóvenes susurradores.


¿Qué se sabe?
Del poema, nada. Llega, tiembla
y raspa un fósforo apagado.
¿Se ve algo? Nada. Tiende una
mano para aferrar
las olitas del tiempo que pasan
por la voz de un jilguero. ¿Qué
agarró? Nada. La
ave se fue a lo no sonado
en un cuarto que gira sin
recordación ni espérames.
Hay muchos nombres en la lluvia.
¿Qué sabe el poema? Nada.

Juan Gelman (Mundar)


Este otoño, susurrar poesía en la Falcone, es un proyecto colectivo, apuesta a la educación por el arte, intenta mirar para reconocer al otro, saber de él y de uno, porque el otro somos todos, uno mismo.
Y, en ese camino de aprender jugando, con la poesía y la palabra;vamos leyendo, escribiendo, teatralizando el cuerpo que susurra, los sonidos de los árboles que resisten un viento para no  morir en su follaje. Surgen nuevas  estéticas, otras subjetividades se expresan

Alejandra,la profesora de Teatro, alegría y entusiasmo
                                 

 hay chicos que comienzan un recorrido en nuestra 
escuela, iniciamos el año en un edificio nuevo, donde estamos aprendiendo a apropiarnos de un espacio diferente , vamos tejiendo lazos a través del susurro.

  -Alejandra, la profe de Teatro , les enseña a sus alumnos que el cuerpo habla con susurros si sabemos escucharlo.

 -Claudia, la  profe que coordina Arte y Expresión , nos regala como aporte al proyecto, un "changuito-susurrador", que atesora la historia de sus padres, el tiempo de su adolescencia, la sonrisa de su madre, y con él recorremos desde la biblioteca  toda la escuela, llevando susurros en colores para quienes estén dispuestos a dejarse tocar con los sonidos de unos versos.


Como bibliotecaria aprendo a leer y susurrar la poesía con los chicos

-desde el susurro se construyen vínculos a partir de la confianza en el otro, de su

 cuidado, en lo gestual y lo sensitivo.




-el arte de los susurradores combina la

 plástica, con lo manual, las voces con la

 poesía, la lectura con lo teatral, hay un

 tejido que va enlazando las miradas,

los colores,  la escritura, ese algo que

 elegimos entre todos para susurrar a

 otros...













La palabra,


ese dibujo,

esa piedra lanzada al tiempo,

esa gran emoción



que pasa de cuerpo a cuerpo.


La palabra,

ese mar

donde los caracoles unen sus espirales.

La palabra,

palabra esperando otra palabra.

La palabra

pájaro de plata posado siempre en el

                                      anca del aire.




                                                                                                                   Edith Vera




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